08 abril 2009

Un pequeño aporte al mundo del cine

Acá va una idea para guión:

Dos jóvenes de clases sociales distintas mantienen un romance secreto, al estilo novela rusa del siglo XIX, pero ubicada en buenos aires. El muchacho vive en San Isidro, y la muchacha en la parte fea de San Fernando, Villa Jardín.
Un día, a los ya insostenibles problemas que el affaire viene aguantando se le suma la construcción de un muro satánico y stalinista en el medio de la avenida Uruguay. Este muro (que en la película podría ser exáctamente igual al muro de Berlín o a la pared de Pink Floyd) impide los encuentros de los amantes durante meses, porque, si bien la pared no es infinita ni nada por el estilo, la pasión desembocada que los novios sienten les impide pensar con la claridad suficiente como para tomarse un taxi o algo así. Quizá la chica no puede pagar un taxi.
Después de incontables meses (3) la pareja, que sólo se puede comunicar a través de una paloma mensajera porque justo Gerardo (el protagonista principal) vive en un country sin mucha recepción de celular, se harta de la situación y decide tomar cartas en el asunto.
Norma contrata a una banda de boqueteros que viven al lado de su casa, momento en el que el expectador se entera de que Villa Jardín efectivamente es un aguantadero, y diseñan un túnel por el cual Norma podrá llegar hasta su desesperado amante.
Acá aparece la figura de un comisario malvado, ex funcionario de la dictadura y con un bigotito similar al del lobo que se abea cuando sale a cantar la chica esa en La Máscara. Puesto al corriente de las intenciones de Norma por un boquetero arrepentido que sólo busca salir de la vida de delincuencia en la que la pobreza lo dejó, el comisario Videla (la sutileza no es mi fuerte) persigue a toda la banda, que ahora me estoy imaginando como un club del clan pero más morochones.
Luego de muchas persecuciones, escenas de sexo muy fuertes (para que venda), la muerte de Videla en manos de Madres de Plaza de Mayo (otra vez la sutileza) y alguna que otra explosión, la pareja se reune y viven felices hasta que Gerardo se da cuenta de que las relaciones de Norma son medio raras y la deja a la mierda, porque al fin y al cabo no es cuestión de andar juntándose con boqueteros y prostitutas, porque en el medio de la película aparece una prostituta.

El título tentativo es, obviamente Los Boqueteros del Amor (aunque ya me parece haberlo escuchado en algún lado) y la directora podría llegar a ser Leni Riefenstahl, que ya tiene experiencia en tratar asuntos medio dudosos en la zona moral.

1 comentario:

niv dijo...

Hahahhahahahahaha
Two thumbs up