11 agosto 2009

¡Pero yo me lo veía venir!

Adolfo Bioy Casares utiliza como ejemplo para final sorpresivo, en algún prólogo, este soneto de Enrique Banchs. Yo prefiero utilizar como ejemplo la canción de Los Ladrones Sueltos, Era Muda, porque la mina no decía nada, y al final uno se entera que no podía hablar, y hasta en algún momento en el desarrollo de la cuestión da a entender que se aprovecha de su silencio, o sea que es bastante macabra la cuestión. Claro que no sirve de mucho el final sorpresivo de la letra si ya lo anunciaron en el título, pero bueno, sospecho que Ladrones Sueltos no se preocupaban por esas sutilezas.
En el cine, el recurso de un final inesperado es muy utilizado, quizá hasta demasiado, no sólo en las películas de suspenso. Recuerdo la comedia La Hora de los Tubérculos, con Porcel Y Olmedo, en la que un giro inesperado al final demuestra que el protagonista era una papa transgénica. El guión, escrito por el Sofóvich difúnto, estaba años luz adelantado al cine y a la genética alimenticia de su tiempo.
Ahora, en un esfuerzo de memoria, voy a intentar consignar alguno de los mejores finales sorpresivos de la historia del cine*, y por qué no, alguno de los peores. Obviamente esto está lleno de spoilers, así que si no vieron alguna película, no lean.

Arlington Road: Esta es medio deconocida, pero quién soy yo para juzgar. La cuestión es que un vecino como cualquier otro empieza a sospechar que otro vecino como cualquier otro es un terrorista. La película es del '99, así que estaba bien pensar que un ciudadano norteamericano podía volar cosas en USA.
La cuestión es que entre la paranoia y las cosas que va descubriendo se termina de convencer, y comienza a tomar medidas para que el ataque que están planeando no pueda llevarse a cabo. Obviamente todo sale mal, lo que nos lleva al tremebundo final.
¿Cómo termina? ¿Por qué está bueno? Primero, porque ganan los malos, después, porque al pobre protagonista, un tal Michael, le faltó conocer una parte importante del plan: él. Todo estaba diseñado para que, en su desesperación, ingresara al edificio de nosedónde, pasando los controles de seguridad. Claro que los terroristas habían llenado su baúl con dinamita, o algo igualmente explosivo.
¿Y no se lo ve venir? No, no, claro que no. Tiene tanta pinta de thriller convencional que uno nunca sospecha nada, hasta el momento en que ve la cara de "uy cómo caííí" que pone el protagonista justo al final.

Saw: Es la única de la serie que vale la pena, por la novedad y por el final supersónico que se carga. El argumento es conocido, un loco que se hace llamar Jigsaw mete a unos cuantos infelices a una casa llena de trampas más o menos alegóricas y se van muriendo uno a uno, porque convengamos que las trampas duelen mucho y no hay muchas ganas de resolverlas. O sea, si el chabón pusiera un sudoku o uno de esos alambres retorcidos que venden los hippies en la plaza, sería todo mucho más fácil.
En la primera hay dos tipos que ni me acuerdo que hicieron encerrados en una pieza junto a un cadáver. Todo bien hasta ahí, uno se tiene que cortar una pierna, el otro tiene que matar al primero, o algo así, cosas típicas de la serie. Pero al final...
¿Cómo termina? ¿Por qué está bueno? ...resulta que el cadáver no es tal, si no que es el propio asesino, y que uno de los hombres se muere, y el otro, que sobrevive pero sin una pierna, es encerrado para toda la eternidad en el mismo cuartito, mientras pega un grito de lo más melodramático.
¿Y no se lo ve venir? No, no, claro que no. Uno piensa que alguien tiene que salir, o que los dos van a morir como ratas, pero nunca que EL ASESINO ESTÁ JUSTO AHÍ!!!

El Sexto Sentido: Era más que obvio que iba a estar, porque es uno de los mejores finales ever. y no que el resto de la película esté mala y el final la salva, si no que una vez que uno la ve, la puede volver a ver, y volver a ver, y volver a ver, y sigue estando bien. Es tan buena que le permitió a M. Night Shyamalan seguir robando con películas horribles como La Aldea y la ridícula The Happening.
Si no vieron esta película son gente horrible y ya tienen una misión para su vida. Si tuvieron la mala suerte de conocer el final antes de verla, como me pasó a mí culpa de un idiota que se creía gracioso, veanla igual, porque rockea. Bruce Willis es un psicopedagogo que intenta ayudar a un niño con tremendos problemas. El pibe le dice que ve gente muerta, y Bruce le cree. Ayudan a una niña muerta y todos felices, pero...
¿Cómo termina? ¿Por qué está bueno? ¡¡¡Bruce Willis está muerto!!! Es un fantasma y nunca se dio cuenta, ayudó al niño desde la tumba, desde el más allá, desde el otro barrio, y ni él ni nadie lo sabía. Menos yo porque me contaron el final.
¿Y no se lo ve venir? Ni de chiste, bah, a menos que uno sea parapsicólogo o hable con gente muerta que ya la haya visto. Igual seguro que hay gente muy superada de la vida que anda por ahí diciendo "era obvio".

Algunos de los peores, y por qué:

Matrix II: Porque no lleva a nada.
El Efecto Mariposa: Porque es ridículo.
Saw II, III, IV, V, y próximamente, VI: Porque son todos iguales.
Señales: Porque es ridículo, y malo, y ridículo.
La Guerra de los Mundos: Porque se basa en un libro con un final sorpresivo malo.
Vanilla Sky: Porque mezclar realidad con sueños con criogenia es demasiado. Algo sobra.


Tengo más, pero ahora los dejo con estos porque quiero jugar HoN. Si se acuerdan de alguno, comenten, no sean tímidos.

*Qué yo haya visto, recuerde, y considere relevante.

06 agosto 2009

Ya que estamos...

Mientras me desayuno mi cóctel preferido, el Cows Don't Cry (leche fresca, Nesquick y Clonazepam), pienso que ya que estoy podría recomendar alguna película, y sacar a tuti del blog. Ya que estamos, hago las dos cosas.
La cuestión es que hace mucho que no veo nada que me haga decir "fuaaaaaaaaa que copada esa películaaaaaa loco me volé la cabeza no entiendo nada debería dejar de tomar clonazepaaaaaam!!!". Así que voy a tener que recordar la última película que me hizo decir eso. Creo que fue Synecdoche, New York, de Charlie Kaufman.
O sea, si vieron algo de este muchacho saben que no escribe las películas más convencionales del mundo, pero ese no es mi problema. Tampoco creo explayarme mucho, es una película que hay que ver, y listo.
Un director de teatro cuya vida es un desastre intenta representar la ciudad de Nueva York dentro de un gigantesco escenario, con todo lo que eso implica. En alguna parte me hizo recordar a Borges, a ver si a ustedes, amados lectores que también son amados lectores de Borges, les pasa.
Sólo resta decir que el personaje principal lo interpreta Phillip Seymour Soy Gordo Y Mágico Hoffman, que tiene un humor de lo más extraño y eficaz, y que todo se va al carajo.
Con esto dicho, cumplo con recomendar otra película. Matensen.

05 agosto 2009

El libro siempre es mejor que la película

Por alguna razón encuentro el tema de las adaptaciones de lo más interesante. Adaptaciones al cine de cualquier tipo, de una novela, un cuento, una obra de teatro, una videojuego, de una hsitoria real, etc... Pero sólo me gustan cuando están bien hechas, claro.
Un ejemplo de una hermosa adaptación es La Naranja Mecánica, de Kubrick, basada en el libro homónimo de Anthony Burgess. El libro termina siendo una moralina sobre como los jóvenes son jóvenes y siempre van a hacer locuras, pero la película critica las convenciones sociales, las formas de poder, el vacío existencial del individuo posmoderno y la falta de mujeres en tetas en el mundo actual que nos rodea.
Pero esto no es de lo que quiero hablar, si no de la triste situación en la que se encuentra la industria de la adaptación moderna. Cuando una película basada en un videojuego de acción cuyo único atractivo es tener una protagonista que salta alto está por conseguir una tercera entrega, uno se da cuenta de que ya no hay nada bueno para adaptar (y ni hablar de la secuela de 100% Lucha). Por eso, desde este humilde pero criticón espacio proponemos las siguientes temáticas:

Adaptación de dichos populares:
Cualquier persona que haya tenido por abuelo a Sancho Panza descubre que hay miles de dichos populares, referidos a los más diversos temas, y de diferentes tonos también. Así encontramos desde el inocuo "Ladrón que roba a ladrón tiene 100 años de perdón", hasta el evidentemente erótico "En casa de herrero cuchillo de palo".
Este tipo de adaptaciones no requiere mucho para pensar, uno agarra un dicho y le pone a la película, por ejemplo, No por mucho madrugar amanece más temprano, y propone una idea que le sea fiel al refrán. Raúl, un desocupado en busca de trabajo, se levanta todos los días a las 5:30 para llegar primero a todas las entrevistas. Nunca consigue el empleo, y aparte, le pasan las cosas más calamitosas, todas relacionadas con la hora. Por ejemplo, se pelea con un panadero, o lo atropella un canillita.
Harto de todo, el señor Raúl deja de levantarse temprano porque lo pone de un humor del carajo y se dedica a dormir hasta las 12. No consigue trabajo, claro, pero se da cuenta de que está en edad de jubilarse y asunto resuelto.

Adaptación de cosas que pasan en la calle:
Esta es más complicada. El adaptador agarra algo que pasa o puede pasar en la calle y lo hace película. Por ejemplo, un policía de tránsito redactando una multa. ¿Cómo se adapta eso? No lo tengo muy claro, pero lo que sí sé es que no quiero ver en pantalla a un policía redactando una multa, porque eso no es adaptar, eso es... No sé, nada, copiarse, cambiar de formato (de formato realidad-ojo-oído a formato audiovisual). Lo que yo quiero es salir del cine y poder decir a mi acompañante "Me parece haber estado viendo estas últimas dos horas a un policía de tránsito redactando una multa", aunque en la pantalla se haya mostrado una competencia de baile.
Una idea, la película se llama Choque leve en el semáforo de Pedro Molina y San Martín. De más está decir que en la película no hay ningún choque. Sergia, una chica con un nombre muy desafortunado, se encuentra con un hombre muy desafortunado, Raúl, pero otro Raúl, no el de No por mucho madrugar amanece más temprano. Ellos representan los autos, Sergia un Peugeot 405 blanco, y Raúl un Renault 12 rojo sin patente. Se llevan muy mal, y en un momento dado se pelean físicamente. Ese es el momento exacto del choque. Pero claro, ustedes pensarán, hay más cosas que el choque en sí, y tienen razón. El paragolpe trasero del Peugeot está representado por Nadine, una amiga de Sergia quien se quiebra al caer empujada por Raúl durante la pelea. El radiador destrozado del Renault 12 es Néstor, el padre de Raúl, un anciano incontinente que sufre un cuádruple infarto por los disgustos que le causa su hijo. Los testigos del siniestro son los extras, que meten algún bocado como "Ojalá tengan seguro", como para dar pistas que en realidad la película se trata de un choque y no de una historia de amor.

Por ahora no tengo más ideas, pero seguro que con estas dos Hollywood chorea dos añitos.

04 agosto 2009

Volvió la alegría, uf....

Resulta que ayer vi una de esas películas que, si bien no son malas, tampoco son una locura, pero llegado un momento específico, inclusive podría decir el instante exacto (00:55:07), viene una escena que es tan graciosa que duele, físicamente duele. La película de la que estoy hablando es Observe and Report, pero hay otra en la que se da el mismo caso, Hot Rod.

Observe and Report: Dirigida por Jody Hill, del que sólo conozco la serie Eastbound & Down (humor muy negro), trata de un guardia de shopping (¿qué carajo hicieron para que tanta gente estuviera tan interesada en su trabajo?) con delirios de grandeza y fanático a las armas, interpretado por Seth Rogen. Aparece un pervertido en el estacionamiento y el papanatas este piensa que llegó su momento de gloria. Es obvio que no.
En general tiene cuestiones bastante graciosas, o normalmente graciosas, la actuación de Rogen no es nada del otro mundo, pero creo que viene por el lado de que el papel no es nada del otro mundo, es decir, ¿cuántas veces vimos a un papanatas que se cree algo que no es? Muchas. Pero claro, llega un momento tan descolgado y enfermo que la película pasa inmediatamente a ser buena.
¿Y qué momento es ese? Ah, veanla, ratas. Lo que puedo contar es que muestra un día sumido en el nihilismo más absoluto, exteriorizado por medio de actividades más o menos ilegales. Los protagonistas de este montaje, porque es un montaje, son Roguen y Michael Peña, a quien no conocía hasta el momento pero que desde ahora es mi personaje favorito. Todo se inicia con un diálogo más o menos así:

Peña: Ronnie, could you please take the dick off your face? See, I'm real glad that you open up to me, 'coz it makes me like, open up my heart. You know what I'm saying? And like shit and stuff, that's been happening to me, because I used to be like you, I fell into that world of pretend, and thats when you gotta smarten up, and cut somebody sometimes. You may think that I float, you know? Maybe even walk on water and stuff, but I'm here to tell you that, sometimes, I drink outta the volcano. I know how to deal with the sistem, I know how to fuck with it. I just gotta ask you, Ronnie. Are you willing to acept what I have to teach?
Rogen: I'm Ready.

Hot Rod: La dirije Akiva Schaffer, uno de los tres integrantes del grupo de comedia The Lonely Island (un par de sus trabajos son Jizz in my Pants y Natalies Rap). La actuan Andy Samberg y Jorma Taccone, los otros dos. La historia es parecida a la de O&R, quizá un poco más delirante. Un stuntman amateur, Samberg, intentará un truco en apariencia imposible para salvar a su padre adoptivo, porque no quiere que se muera sin antes haberlo molido a golpes.
Claro está, es un paparulo, saltimbanqui y pejerto, y casi nada le sale bien, y la gente se ríe de él. La cuestión es que no me acuerdo mucho el final, supongo que le sale todo bien, o sea es lo de esperarse, ¿no?. Pero hay una parte, un momento específico, un instante fugaz y pasajero como la vida misma, que lo hará a uno olvidarse de que la vida es figaz y pasajera, de lo gracioso que es.

¿Y qué momento es ese? Mirá la película, mamerto, ¿que me viste cara de Cinemark? La cuestión es que Samberg está caminando desde su casa hasta la rampa desde donde saltará, y la gente lo empieza a seguir para apoyarlo. El resto o se lo imaginan o se lo ven.

De paso, si se preguntan por qué no subo nunca nada, soy beta tester del Heroes of Newerth, y está genial.