29 abril 2009

Zack y Miri hacen una porno inspirada en la realización de la primer película de K. Smith, Clerks



La música es una herramienta útil a la hora de contar historias, menos cuando te llamás Paul T. Anderson y tenés plata para contratar a Javier. Desde el himno gay hasta los Pixies, Seth Rogen y Elizabeth Banks, ponele, van repartiendo ternura, sexo, chistes, caca y pornos a nosotros, su público, de manera entretenida. El final es una bosta yanki, sobre todo si lo comparamos con ese genial cierre de Clerks. No vean Clerks dos. Puede llegar a ser mejor que la primera, o puede ser peor que Mortal Kombat 2 y Flipper en presentación especial el domingo por canal 9, es decir, te podés arrepentir de verla o de no verla, es una paradoja. Yo me voy a quedar con la duda y no se porque terminé hablando de cualquiera si estaba recomendando Zack y Miri. Quizás el motivo fué hacerle honor al ya mencionado pedorro final.

N. del autor dos: La película me gustó.

27 abril 2009

Intrucciones para llorar en el cine

El título es un truco de baja calaña utilizado para atraer a los lectores de Cortázar al blog. Desde ya estoy convencido de su total inutilidad.
Todos lloramos alguna vez con una película, o lagrimeamos, o se nos humedecieron los ojos, o nos produjo una pequeña mueca de tristeza, depende de qué tan sensibles seamos. Gran parte de la culpa de esto la tiene las películas en sí, que son, casi por regla general, innecesariamente tristes y sombrías, como si la vida no fuera un continuado de alegrías y momentos mágicos. La otra parte de la culpa la tiene el espectador, dispuesto a emocionarse cada vez que a Bruce Willis la hija lo trata mal en Duro de Matar 4.0.
Por eso, desde Dos Horas Peridas presentamos el Llorómetro, una escala que permite saber las posibilidades que tiene una película de hacernos llorar, y qué tan hombre hay que ser para no hacerlo. Dejo de lado a las mujeres, porque la verdad no tengo ni idea de qué tan mujer hay que ser para no llorar como una descosida mientras se mira La Era de Hielo 2.

Grado 1: Imposibilidad total de producir lágrimas. Puede tratarse de comedias groseras o de bodrios insufribles, pero no lo suficiente como para ahcernos llorar de rabia por estar perdiendo el tiempo.
Ejemplo: Euroviaje Censurado. A menos que lloremos por lo linda que sale Michelle Trachtemberg, pero en ese caso nuestro problema menor serían las lágrimas.
Quién no lloraría: Cualquier hombre cuyos ductos lacrimales funcionen correctamente.

Grado 2: Posible humedecimiento ocular producto de problemas personales que se ven reflejados en la pantalla. Clásico caso de "me pelié con mi novia y pensé que iba a ser buena idea ver una comedia romántica". No es buena idea, primero porque te deja medio como un pelotudo ver una comedia romántica por motu proprio (excepto 50 Primeras Citas, que es una masa), y segundo porque si de hecho se produce el susodicho humedecimiento quedás como puto en frente de tus amigos que son todos leñadores y mineros endurecidos por la dura vida del trabajador (aunque se junten a ver comedias románticas, posiblemente para descubrir que es el amor).
Ejemplo: La Caída, si sos un tremendo nazi.
Quién no lloraría: El padre de Zoolander, cualquier hombre que sea más o menos diestro en el manejo de armas cortantes.

Grado 3: Una lágrima discreta que se desliza silenciosa por nuestro rostro. Este efecto se produce en momentos particularmente trsites dentro de una película no necesariamente triste. El ejemplo más mejor puede ser la muerte de la madre de Bambi en Bambi. Después la película es más o menos divertida, pero cuando se le muere la madre, y Bambi le dice mamamaamamamam, o algo así, porque no la veo hace como 15 años, hay que estar medio preparado para que no se piante un lagrimón. Uno solo, más ya es medio de sarasa.
Ejemplo: La muerte de Mufasa en El Rey León (que es la Bambi de una generación más desafortunada).
Quién no lloraría: Presos de una carcel de seguridad media, a menos que estén adentro por evasión fiscal o algo así.

Grado 4: Llanto abierto y sin tapujos, sollozos varios e inclusive algo de vómito producto de las convulsiones (de los sollozos, que cada vez son más violentos). Grado más alto de la escala (que, dicho sea de paso, no contempla casos de llorones patológicos). Sólo se produce durante películas maliciosamente tristes, que contienen uno o más de los siguientes elementos: muertes lentas producto de alguna enfermedad terrible, muerte lenta de un niño producto de alguna enfermedad terrible, muerte de animales muy buenos, suicidios en cámara lenta con alguna música triste, funerales con valijas.
Ejemplo: Nobody Knows (remitirse al último ítem de la lista).
Quién no lloraría: El personaje de Clint Eastwood en Gran Torino (que dicho sea de paso podría considerarse un 4 en esta lista), criminales de guerra, vaqueros del lejano oeste, personas que no entienden muy bien eso de la tristeza, tipo bebés, pero esos lloran de cualquier cosa así que no pueden juzgar a nadie.

22 abril 2009

Un recomendación/desrecomendación

La otra vuelta fui al cine a ver Watchmen y por accidente pasaron el trailer de Angeles y Demonios. En realidad el accidente es el trailer en sí, lo pueden ver acá, si tienen ganas. De hecho, deberían verlo, porque es de lo más divertido.
Bueno, ¿vieron el avance? ¿No creen que burlarse de eso sería como sacarle un dulce a un niño subnormal utilizando toda la violencia (física y psicológica) posible? Yo sí, por eso voy a aplicar un nuevo método basado en dar información de la película, y que la gente decida si es algo bueno o malo. Presento así las "Razones ambiguas para ir a ver o nunca ver Angeles y Demonios, de acuerdo a si uno es un imbécil o no tanto".


Es la continuación cinematográfica del Código DaVinci.
El personaje principal está interpretado por Tom Hanks.
Está basada en un libro de Dan Brown.
Habla cosas feas de la Iglesia.
Tiene línes como "Hey, ustedes me llamaron a mí [cara de ¿por quén me toman che? Yo soy Tom Hanks]".
Proviene de Hollywood.
Está dirigida por Ron Howard.
Tiene muchas escenas de acción.
La primera le gustó a mucha gente.
Tom Hanks parece que tiene la cara de cera (esto más bien es algo que me pareció raro, nada más).

Están advertidos. O informados.

20 abril 2009

Otra recomendación, pero a ver si ven alguna vieja que resulta que me la paso rec


omendando y recomendando y nunca nadie dice "vi la película que dijiste que estaba buena y de hecho está re buena sos un maestro seguí updateando, y de paso le podés decir a tuti que haga algo porque medio como que se la pasa rascándose, loco".
Casualmente Nick and Norah's Infinite Playlist (2008) fue una recomendación de Tuti, y, como sucede con cierta frecuencia, algo de razón tenía.
Es una película independiente, aunque quizá en este caso sería más correcto decirle indie, porque está ligada de alguna forma a ese movimiento musical. N&NIP (soy un maestro de la abreviación) cuenta lo que sucede una noche entre Nick (Michael Cera, George Michael de Arrested Development) y Norah (Kat Dennings, Marla de The 40 Year Old Virgin), dos melómanos que tienen de amiga común a la ex de Nick.
La pelícual es básicamente una historia de amor adolescente mezclada con algo de humor, y mucha música. Pertenece a ese raro grupo de películas que intentan demostrar que por más caótico que sea todo, siempre se puede esperar algo.
Ah, el personaje de la ex está interpretado por Alexis Dziena, Lolita en Broken Flowers, así que bueno, hay que verla.

13 abril 2009

¡Porque yo lo digo!

Hay miles de cientos de comedias. Quizá un poco menos, pero no es lo importante. Hay dos, dos nomás, que pueden ser consideradas como las mejores comedias alguna vez filmadas: Muertos de Risa (1999), de Álex de la Iglesia; y La Vida de Brian (1979), de Monthy Python.
Ambas merecen un post individual, y eso es precisamente lo que voy a hacer. Hoy, Muertos de Risa. Razón principal, ayer la vi por cuarta vez y la tengo fresquita.
Álex de la Iglesia se caracteriza por hacer un cine plagado de humor negro, violencia innecesariamente cómica y personajes imposibles, y esta es su mejor realización. Utilizando como excusa la historia de dos cómicos de pueblo, o un barman y un imitador de Nino Bravo, muestra como los celos pueden destruir hasta las mejores cosas. Y algo de la historia de España, y algo de la naturaleza humana, dispuesta a desgaítarse de risa cada vez que alguien recibe una cachetada.
Puesto de esa manera parace algo serio, pero no lo es. Desde el comienzo hasta el final, me resulta, por lo menos a mí, complicadísimo el dejar de reirme. El guión es ingeniosísimo, plagado de detalles hilarantes, que se disfrutan tanto la primera vez como la cuarta.
Las actuaciones son prácticamente insuperables: Santiago Segura, conocidísimo actor cómico, y El Gran Wyoming (José Miguel Monzón Navarro), un médico/actor, que, como curiosidad, fue presentador de CQC en España. Representan a Nino y Bruno, respectivamente. Uno es un gordito tímido que se paraliza cada vez que se encuentra frente a una audiencia, y el otro es un buscavida descarado que haría todo lo posible por tener éxito.
En fin, veanla veanla veanla. Y si alguien opina que hay otras comedias más graciosas, a ver, que las nombren.

08 abril 2009

Un pequeño aporte al mundo del cine

Acá va una idea para guión:

Dos jóvenes de clases sociales distintas mantienen un romance secreto, al estilo novela rusa del siglo XIX, pero ubicada en buenos aires. El muchacho vive en San Isidro, y la muchacha en la parte fea de San Fernando, Villa Jardín.
Un día, a los ya insostenibles problemas que el affaire viene aguantando se le suma la construcción de un muro satánico y stalinista en el medio de la avenida Uruguay. Este muro (que en la película podría ser exáctamente igual al muro de Berlín o a la pared de Pink Floyd) impide los encuentros de los amantes durante meses, porque, si bien la pared no es infinita ni nada por el estilo, la pasión desembocada que los novios sienten les impide pensar con la claridad suficiente como para tomarse un taxi o algo así. Quizá la chica no puede pagar un taxi.
Después de incontables meses (3) la pareja, que sólo se puede comunicar a través de una paloma mensajera porque justo Gerardo (el protagonista principal) vive en un country sin mucha recepción de celular, se harta de la situación y decide tomar cartas en el asunto.
Norma contrata a una banda de boqueteros que viven al lado de su casa, momento en el que el expectador se entera de que Villa Jardín efectivamente es un aguantadero, y diseñan un túnel por el cual Norma podrá llegar hasta su desesperado amante.
Acá aparece la figura de un comisario malvado, ex funcionario de la dictadura y con un bigotito similar al del lobo que se abea cuando sale a cantar la chica esa en La Máscara. Puesto al corriente de las intenciones de Norma por un boquetero arrepentido que sólo busca salir de la vida de delincuencia en la que la pobreza lo dejó, el comisario Videla (la sutileza no es mi fuerte) persigue a toda la banda, que ahora me estoy imaginando como un club del clan pero más morochones.
Luego de muchas persecuciones, escenas de sexo muy fuertes (para que venda), la muerte de Videla en manos de Madres de Plaza de Mayo (otra vez la sutileza) y alguna que otra explosión, la pareja se reune y viven felices hasta que Gerardo se da cuenta de que las relaciones de Norma son medio raras y la deja a la mierda, porque al fin y al cabo no es cuestión de andar juntándose con boqueteros y prostitutas, porque en el medio de la película aparece una prostituta.

El título tentativo es, obviamente Los Boqueteros del Amor (aunque ya me parece haberlo escuchado en algún lado) y la directora podría llegar a ser Leni Riefenstahl, que ya tiene experiencia en tratar asuntos medio dudosos en la zona moral.

03 abril 2009

Fatality

Como me enteré que quieren hacer el remaque de Mortal Kombat, escribo para rogarles que, una vez que salga, no la vean. Es como si quisieran hacer un remaque King Kong.
La original (lease en inglés) tiene a highlander. Touche Street Fighter. Además Goro está increiblemente mejor que Gollum.
Mortal Kombat es grosa con G de Goro. No se pierdan la chance de no quedarse sordos así escuchan los efectos sonoros y si les sobra tiempo, la música. Cada vez que suena una voz copada diciendo "Mortal Kombat" se pudre todo. Sonya está rica pero ya se la apretó Adam Sandler.

La segunda parte estuvo tan buena como Flipper.

Introducción

No es para nada difícil encasillar una película de John Woo porque, vamos, son acción pura con una profundidad equivalente a un libro de Wilbur Smith. O sea, no digo que sean un director y un escritor terrible, pero si Woo se decidiera a escribir probablemente pondría leones y jets de reacción en todos sus libros, y Smith utilizaría a The Rock para todos sus papeles principales.
Pero existe otro tipo de cine que roza lo inclasificable y juega con lo incasillable, o sea, hace hace incapié en lo indefinible. O definible, pero con un poco más de esfuerzo. Uno de los mejores ejemplos de esto es Wes Anderson.
Si bien se le puede inculcar el horroroso término acuñado por su servidor "comidrama" o "dramedia", que determina la mezcla entre drama y comedia, es injusto para las poroducciones que este director realiza. En todas ellas hay mucho humor, mucha extrañeza, relaciones humanas que parecen imposibles, personajes definidos de una manera casi obsesiva, y también mucho del tedio de lo cotidiano.
Con cinco largometrajes y dos cortos en su haber (Bottle Rocket (1994) y Hotel Chevalier (2007), ambos se pueden encontrar en Youtube) se transformó en uno de mis directores preferidos, y no hay una sola cosa que haya producido que no sea totalmente recomendable, cada película con sus características individuales y con el sello que le da Anderson a toda su obra.
Por lo pronto si quieren empezar con algo, es probable que la mejor elección sea Los Excéntricos Tenenbaums (2001), que si bien no me parece su mejor película, es la más accesibles en todo sentido. Aparte cuenta con las exquisitas actuaciones de Bill Murray, Owen Wilson, Luke WEilson, Ben Stiller, Gene Hackman y Anjelica Huston, entre varios otros.
Más adelante seguramente hablaré de sus otras producciones, mientras tanto, vean vean vean esta.